La semana pasada tiré el preocuparme, se estaba poniendo viejo y me estorbaba. Me impedía ser yo misma, no podía actuar a mi modo.
Tiré esas inhibiciones, no dejaban lugar para mí.
Hice lugar para mi nuevo crecimiento; me deshice de mis viejos sueños y dudas.
Tiré un libro sobre mi pasado (igual no tenía tiempo para leerlo).
Lo reemplacé con nuevas metas y empecé a leerlo hoy.
Conseguí una nueva filosofía y también tiré la de mucho tiempo atrás.
Compré algunos libros nuevos llamados: puedo, haré y debo.
Tiré el podría, haría y debería. ¡Ah!, si hubieis visto el polvo...
Busque algo especial y lo coloqué en la puerta principal. La encontré se llama paz.
Ya nada me puede abatir. Ahora mi casa esta bonita, todo se ve bastante bien.
Para preocupaciones y problemas, simplemente no hay lugar.
Es bueno limpiar la casa, especialmente la interior; ya que deshacerse de tanta cosa que estorba, hace todo más alegre.
1 comentario:
Oleeeee me has dejado sin palabras. Una limpiecilla nunca viene mal, no. Como siempre, el consejo es 10.
Muackissss preciosa.
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